El Desafío de Toyota para 2050 se basa en seis retos con los que la firma japonesa pretende disminuir el impacto de la huella de carbono hasta esa fecha. Esto supone un gran desafío para Toyota, el cual asume con el total compromiso para conseguir mejoras en el medioambiente. Además, este plan se une también a la apuesta clara de Toyota por la electrificación y el desarrollo de vehículos eficientes y sostenibles, a la par que potentes y vanguardistas.
El primer desafío es lograr que todos sus modelos emitan un 90% menos de CO₂ que en 2010. Para ello, está apostando por alternativas como la electricidad o el hidrógeno para la propulsión de sus coches. Sin duda, en los últimos años, Toyota se ha convertido en todo un referente en el segmento de coches eléctricos e híbridos. Muestra de ello es que, en 2020, 7 de cada 10 vehículos de la marca matriculados en nuestro país fueron híbridos eléctricos. A esto se une ahora también la apuesta por la pila de combustible de hidrógeno, una propuesta de lo más innovadora.
Por otro lado, también pone el punto de mira hacia los procesos de fabricación, distribución y transportes, en los cuales también se emite grandes cantidades de dióxido de carbono. Para ello va a poner en marcha una herramienta informática llamada GEA-TOYOTA, que te permite monitorizar de forma eficiente los principales indicadores ambientales de actividad. También se está trabajando en el desarrollo de nuevas maneras de integrar el hidrógeno como fuente de energía para generar electricidad en nuestras fábricas.
Uno de los puntos más destacados de este plan es el que respecta al consumo del agua. Para proteger este recurso tan esencial en nuestro planeta han diseñado una forma para gestionar el agua eficientemente, a través del consumo de agua responsable, la reutilización del agua de lluvia y el tratamiento de vertidos para su posterior purificación.