Desde el punto de vista estético, el Toyota bZ4X se desmarca completamente de los modelos convencionales de la marca. Elementos de diseño como la ausencia de parrilla superior, un capó tipo concha y detalles en plástico negro dan al vehículo una apariencia única. Las líneas de carácter en el lateral y las robustas protecciones inferiores aportan un toque moderno y aerodinámico.
Con dimensiones similares al RAV4, el BZ4X tiene una longitud de 4,69 metros, 1,86 metros de ancho y 1,60 metros de alto. La distancia entre ejes generosa y una altura libre al suelo de 21 centímetros prometen un rendimiento sólido en diversas condiciones. Las llantas de 18 o 20 pulgadas, junto con la opción de techo negro, permiten personalizar el diseño exterior según las preferencias del conductor.
Al ingresar al vehículo, se destaca un diseño revolucionario. La pantalla central de 12 pulgadas para funciones clave y la instrumentación ubicada en la base del parabrisas ofrecen un enfoque novedoso. Controles físicos para funciones esenciales y un amplio espacio de almacenamiento contribuyen a la practicidad del diseño interior.
Las plazas traseras brindan un espacio generoso. Con un doble fondo y capacidad de hasta 1.300 litros con los asientos abatidos, el maletero destaca por su versatilidad y eficiencia de almacenamiento.
Bajo el capó delantero, el BZ4X alberga un motor eléctrico con versiones de tracción delantera y a las cuatro ruedas. Aunque la potencia no lidera su clase, proporciona un rendimiento más que adecuado para la conducción diaria. Las cifras de autonomía, variando según las llantas, son competitivas en el mercado de SUV eléctricos.
En resumen, el Toyota BZ4X representa un paso de Toyota hacia el ámbito de los coches eléctricos. Su diseño innovador, características pioneras y eficiencia eléctrica lo posicionan como una opción atractiva. El BZ4X se presenta como una opción a considerar para los consumidores que buscan un vehículo eléctrico confiable y con estilo.